Hay quienes piensan que nadie cambia. Yo pienso que sí, y soy vivo ejemplo de eso. Las personas SÍ pueden cambiar, si reconocen que necesitan hacerlo, si están dispuestos a crecer y aceptar sus errores, si están en apertura a ser mejor para ellos mismos y para otros.
No soy la misma de hace años o apenas hace seis meses. Porque entendí que si quiero una vida distinta y mejor, la que tiene que cambiar primero soy yo. Cambié mi forma de pensar, de actuar, de hablar, cambié mis hábitos, mi entorno y lo más importante, la manera en que me veía a mí misma. Ya no me veo pequeña, ni como víctima de mis circunstancias, ya no busco de quién quejarme o a quien echar la culpa, ahora asumo mi responsabilidad sobre mis decisiones y además disfruto del poder que tengo (que tenemos todos) para crear mi propia realidad y diseñarla a mi gusto.
Uno aprende, crece, evoluciona, toma decisiones, deja situaciones tóxicas atrás, emprende un nuevo rumbo. Esa siempre es tu elección. Sí se puede cambiar! Date la oportunidad de verte como jamás te has visto antes. Y de paso, dale la oportunidad a otros de mostrar sus cambios también. Podrías sorprenderte.